Moisés, se quedó unos segundos pensando y exclamó. “Toda el agua que nos rodea es producto de nuestro creador, cada una de ellas pese a ser de diferentes tonalidades o de diferente sabor en esencia es la misma pues tienen el mismo origen. Tú eres quien debe escogerla, todas saciarán tu sed pero cada una lo hará de una manera diferente.”
Al momento no lo pude entender pues para mí el agua era universal y como la vida… no podía dividirse.
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